La tina, del color de la luz solar, con cuatro patitas de diamantes que la sostienen sobre el frio y blanco marmol. Tefnut tomaba un baño, sumergida en te frotaba su tersa piel con rodajas de limon, cuando sangre comenzo a salir de su nariz, recorrer su pecho y formar figuras, como las del humo de un cigarrillo, transitorias al mezclarse con en el oscuro liquido. Desnuda y elegante salio de la tina, sucesion de puntos rojos hasta el espejo donde busco su hermoso rostro, vio todo en blanco y negro, y el sol se apago para ella.
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